viernes, 31 de agosto de 2012

de pequeños o grandes momentos


Atravesé el umbral bajo la mirada inquisidora de Marta, "no huele bien" pensé .... como metáfora del perfume devuelto días atrás bajo la presión de "la mirada inquisidora de Marta"... seguí caminando en diagonal como "cada día" -no es humor negro eh-, atravesando la historia ambiental del riachuelo. Le dediqué dos segundos mi pensamiento a Nancy, la ví feliz con su cofía y su actividad, parece no molestarle su "cada día" pensé -reitero no es humor negro ehh!!!-. Continúe con una trayectoria que decrecía a unos 30 grados rumbo a la isla. De repente aparece Quique, y su marcha se igualaba a la mía pero decreciendo a 40 grados!!!!! lo cuál derivó en un encuentro frente a The Wall.....ya era tarde...uf.

No hay nadie!!!! van a venir? No hay nadie a quién demorarle el mate y que me mire con mala cara! Ni tengo con quién quejarme porque mi silla huele a las esponjas caniches de Mary .... que hago? Me doy vuelta y hablo con Quique? no .... error. Ya se escurrió hasta la inspiración para seguir escribiéndo.....Wilsonnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn!!!!!!!!!!!!!!!!

Cheetara del tercer mundo

viernes, 9 de marzo de 2012

Las ganas de estar en el país de las maravillas

Hoy va a ser un día insoportable. Ya el sol quema de por sí, a mediados de Marzo, no da treguas. Uno entra a este edificio de chiflados y alguien te da, bajo la manga, unos $200 pesos que le pertenecen al pueblo. Es una suerte de acción guiada por el interés y la lástima. Sos el elegido de recibir 200 míseros pesos para pagar la obra social. Para pagar 5 comidas en lo de Nancy. 6 plantas en un vivero. 2 unidades de apuntes. En el último de los casos, podrían ser 200 pesos para tu movilidad. Pero ellos se enorgullecen de darte una ayuda. El 0, 1 % de su sueldo.

Por su lado, después de durante una hora reflexionar sobre lo que es verdaderamente moral y sobre lo que es verdaderamente conveniente (que nunca es siquiera parecido) te das cuenta que estas aquí perdiendo el tiempo, el tiempo más valioso, el de tu juventud, en estar sentada en una fucking oficina todo el día. Solo para hacer presencia.

11: 41 a.m. Empezás a imaginar todo lo que podrías estar haciendo si no estuvieras aquí, en el medio del parque indoamericano, a 1 hora y media de tu casa, a medio metro del libro que estas leyendo y que está guardado en tu cartera, pero que no podés sacar, por que no se parece lo más mínimo a un expediente.

No hace falta girar la cabeza y mirar por la ventana para sentir el sol radiante afuera de esta cueva, el cielo celeste elevándose sobre el hemisferio sur, el viento fresco circulando por la ciudad, la gente ensimismada caminando por la calle, los pájaros inmiscuidos en un canto dulce, las hormigas estresadas en una labor interminable.

La soledad de la isla, tan apremiada y despreciada de ves en cuando. Hoy queremos un pedazo de tierra tucumana, cerros altos y frescos en las cimas, gente con acento y empanadas de carne con limón. Por la noche fogones y fiestas en el río. Durante el día caminatas por la selva impenetrable, hogar de los revolucionarios más revolucionarios y de los campesinos más conservadores. Hogar de los animales más gigantes y de los insectos más pequeños. Pulmón de miles de pulmones. Verde que enceguece los ojos. Selva que alegra la vida.

12:07. Las ganas de que el reloj obedezca la mente y las agujas aceleren el curso. Que al menos la hora del almuerzo llegue y la hora de irse le gane. Que las personas queridas aparezcan repentinamente. Que los odiados prefieran irse. Que el tiempo pare y nos deje respirar. Que los labios se callen. Que el silencio invada y las luces se apaguen. Que todo se vuelva homogéneamente luminoso. Las ganas de no estar acá. Ni en esta ciudad, ni en esta oficina, ni en este año. 

jueves, 12 de enero de 2012

No estábamos tan solos ...

fisgón, ona

adj. y s. Aficionado a husmear en los asuntos ajenos:
no hace más que preguntarme cosas sobre mi vida, es un fisgón.

Hace mucho que no hay ecos de mi parte en esta Isla, mucha Playa y asuntos varios me han alejado de los intensos debates veraniegos de estas orillas.
mucha playa ? sí ... después de mucho plan se concretó la ida al balneario Reta en escolar treintiañero (la negrita bajaba el promedio de años, pero una fiebre púber la dejó afuera).

Cómo buen empleado estatal promedio, continué reviviendo el balneario Reta pasados los días, hoy con las fotos del atarceder dorado que nos hizo dichosas...en ese interludio ...PASÓ ALGO.


El fisgón nuestro de cada día, aquél que busca adrenalina en una foto casera de jóvenes borrachas, se interpuso entre el recuerdo de tan anhelado fin de semana y yo. 
Tuve miedo, después me sentí tiesa como cuando jugando a la escondida, el cuerpo estático se camuflaba con las veredas de vainilla a la hora de la siesta. 

Mis queridos náufragos intentaron avisar, Wilsón miraba más pálido que nunca, pero no hubo caso.

El fisgón se regodeó, dió vueltas, volví a husmear y se retiró a cargar algún archivo perdido que ningún sentido aportaría jamás al Universo.





Cheetara del tercer mundo