jueves, 12 de enero de 2012

No estábamos tan solos ...

fisgón, ona

adj. y s. Aficionado a husmear en los asuntos ajenos:
no hace más que preguntarme cosas sobre mi vida, es un fisgón.

Hace mucho que no hay ecos de mi parte en esta Isla, mucha Playa y asuntos varios me han alejado de los intensos debates veraniegos de estas orillas.
mucha playa ? sí ... después de mucho plan se concretó la ida al balneario Reta en escolar treintiañero (la negrita bajaba el promedio de años, pero una fiebre púber la dejó afuera).

Cómo buen empleado estatal promedio, continué reviviendo el balneario Reta pasados los días, hoy con las fotos del atarceder dorado que nos hizo dichosas...en ese interludio ...PASÓ ALGO.


El fisgón nuestro de cada día, aquél que busca adrenalina en una foto casera de jóvenes borrachas, se interpuso entre el recuerdo de tan anhelado fin de semana y yo. 
Tuve miedo, después me sentí tiesa como cuando jugando a la escondida, el cuerpo estático se camuflaba con las veredas de vainilla a la hora de la siesta. 

Mis queridos náufragos intentaron avisar, Wilsón miraba más pálido que nunca, pero no hubo caso.

El fisgón se regodeó, dió vueltas, volví a husmear y se retiró a cargar algún archivo perdido que ningún sentido aportaría jamás al Universo.





Cheetara del tercer mundo