Día de oficina número 4.380, año 2011, Noviembre, 14:30 hs. De regreso del almuerzo indoamericano (no se trata de un platillo de granos exóticos; es el nombre del relleno sanitario donde nos posamos).
Detrás, “D” con aroma a fernet, coca, rimmel, fernet, marlboro, domingo, jockey club (caja roja), quilmes, derbi (se iba acabando el presupuesto vió), amor … y lo demás queda librado a vuestra imaginación.
Detrás de mí y a lado de “D”, se encuentra “Q” que en un llamado de teléfono subido de tono afirma “No tengo un pelo de …. Jajaj pero vos sabés que soy pelado no?”. Mantengo una mirada cómplice desde el otro sector del salón, con "G el educador", que se señala sus “partes” y le digo “No dá que generes esas imágenes”. De repente "Q", metrosexual, se bareaba desnudo por mi mente, sin un solo pelo. No creo que pueda recuperarme y este debería ser el último párrafo de mi escrito. En fin.
La negrita no vino, dice que esta estudiando pero nos acaba de chatear invisible desde el gmail….estará bajando apuntes de Google Doc? No lo sabemos.
Yo contenta, fin de semana en buzo, cuak … comprenderán que no puedo explayarme y que en nuestras escrituras sagradas “relatos de la isla” queden mis anécdotas, eso es para el terreno de lo real, lo virtual es sagrado amigos.
Que más, hay una masa fina de postre en mi escritorio. Grajeas de chocolate y crema de juguete de alguna panadería de barrio son, la pizca de felicidad de mi tarde, no necesito más, hace un tiempo comprendí que la luz de los días estaba en lugares cotidianos, me regodeo en mi aquarius pomelo, espero que alguien diga “hacemos mate”, miro la masita y sigo sucediendo, sigo existiendo en ese instante de finitud que se puede llamar mi vida en el sector público.
Cheetara del tercer mundo
Mortal...
ResponderEliminarHacemos mate?
Pierre, el vitricida.